Cuento de terror en el que un policía y una doctora investigan unos asesinatos relacionados con un sitio de internet snuff en New York. William Malone mezcla el psycho thriller con el cuento de fantasmas desde la perspectiva de los nuevos horrores tecnológicos. Su película se adelanta a la occidentalización de los films de terror japoneses sobre el tema tomando el video maldito de Ringu (1998) y la propagación por internet de Kairo (2001). El diseño visual oscuro, opresivo y pesadillesco combina la imaginería oriental de fantasmas, la morbosidad de Se7en (1995) y algunas pinceladas del giallo (agresiones a los ojos). Es una lástima que el demasiado cargado guión no pueda darle agilidad a la parte media de la película (los personajes son demasiados planos, no profundiza en la relación de la tecnología y los fantasmas). Pero el esforzado trabajo de puesta en escena de Malone logra repuntar sobre el final, aunque el clímax careza de impacto y originalidad. Malone sigue mostrando sus aptitudes para el género de terror, pero mientras no haga un film realmente exitoso, va a seguir penando para llevar sus proyectos adelante. Tan sólo cuatro films en veinte años.