Psycho thriller en el que una modelo y un dentista van a pasar el fin de semana a una casa de campo y son asaltados por una pandilla de delincuentes en Ontario. Fruet vuelve a regodearse en la abyección con el aliciente en este caso de que tanto el dentista como los asaltantes son igual de despreciables. Para cuando llega el tiempo de la revancha, el film ya está completamente muerto y la violencia carece de impacto.