Comedia en la que un grupo de veteranos de guerra que viven en una isla del Pacífico ven su rutina alterada con la llegada de la hija de uno de ellos que empieza a controlar la vida de su padre. Queda claro después de ver el film que la comedia no es el terreno de Ford. Las caídas y las peleas son tan ridículas como la insoportable (por lo reiterativa) música polinesia.