Thriller en el que tres amigos neoyorkinos en un viaje de caza empiezan a ser perseguidos por un francotirador en un bosque de Delaware. West continúa bajo el protectorado de Larry Fessenden, ahora en video digital, con una versión minimalista de Deliverance (1972). En los bordes del cine de terror, el film explora los tiempos muertos y los espacios vacíos. La película sufre en los 40 minutos iniciales por el abuso de zooms, por la cámara temblorosa y por un montaje errático. Es como si West no supiera bien qué mostrar o apuntar hasta que surge el conflicto. Pero una vez que asume el compromiso por lo que se muestra, sea objetivo o subjetivo, sea quién ve o lo que ve, sea la realidad o la pesadilla, el film endereza el camino. Allí aparecen las horrorosas significaciones que adquiere el bosque (la estación abandonada), los claroscuros de la fotografía con luz natural y la habilidad para construir una tensión en crescendo, es decir, el excelente manejo de la puesta en escena. La secuencia de créditos iniciales (el título sobre el cielo y los rascacielos acompañado de una canción de viaje) tiene una modesta genialidad. Y los inserts para puntuar el cambio de punto de vista del relato resultan muy oportunos. West hace un pequeño paréntesis al terror que más que nada parece una parada para tomar envión.