Cuarta parte de The Curse of Frankenstein (1957) en la que el doctor crea una mujer que busca revancha por la muerte de su amado en Suiza en el siglo XIX. Sin perder la atmósfera de un relato terrorífico, recorre a todo el film un humor muy pronunciado, ya sea en los comentarios sarcásticos del doctor o en la referencia del título al film de Roger Vadim. Fisher se atreve a incluir una femme fatale que mata hombres despiadadamente y a romper la linealidad espacio temporal de los tres asesinatos.