Cuento de terror en el que unos arqueólogos profanan una tumba en Egipto y una momia busca venganza en Inglaterra en la década de 1890. El film está al borde del ridículo: los planos generales de la momia, la escena en que el egipcio ordena a la momia que mate. En este caso Fisher no encuentra la introspección psicológica o el juego del suspenso con el espacio. Sin embargo los flashback del antiguo Egipto rescatan la fascinación primaria por el relato de terror de los films de la Hammer.