Cuento de terror en el que un centro turístico se ve amenazado por un cocodrilo gigante en una isla tropical de África. El cocodrilo resulta lamentable. En casi todos los planos que lo muestran sólo se ve la boca. Aparece entero sólo por un segundo (para que no se vean sus deficiencias). Al menos Martino sabe que con el cocodrilo solo no alcanza, entonces desdobla la amenaza con los nativos enfurecidos que asesinan a todo hombre blanco (hay un excelente momento en el que caen al río y la camioneta se aparece).