Comedia de terror en la que una planta carnívora se alimenta de los clientes de una florería de Los Angeles. El film compensa la falta de presupuesto y el hecho de que toda la acción se desarrolla en un único decorado con la irreverencia del humor: la voz y los poderes hipnóticos de la planta, la inocencia de los personajes y el retrato de los detectives.