Comedia de ciencia ficción en la que una nave extraterrestre aterriza para una reparación y secuestra a cuatro personas en Inglaterra. A partir de unos artesanales efectos especiales, de un colorido diseño de vestuario y de una insoportable música electrónica, Warren lleva la premisa de ciencia ficción al terreno de la comedia sexual. Gracias a una pizca de humor seco británico y a la disposición de las actrices para las escenas de sexo, el film llega a la marca de 80 minutos sin bostezos.