Aventura de fantasía en la que un joven recibe una lámpara que le concede tres deseos en Arabia en la Edad Media. Pese a que Bava sólo completó el film comenzado por Henry Levin, el resultado final no es para nada despreciable. La película combina con habilidad la comedia (el tono picaresco, la caracterización del genio), la fantasía (la presencia de gigantes, brujos, amazonas y muñecos), el peligro (la escena de la cueva de indudable sabor gótico) y la imaginación visual (los efectos visuales artesanales). Desde su modestia, el film es una celebración de lo maravilloso.