Cuento de ciencia ficción en el que una ola de suicidios en masa azota la costa este de los Estados Unidos. A partir de un planteo directo y desasosegante, M. Night Shyamalan corrige dos manchas de su obra: los traumas del pasado de Signs (2002) y la ingenuidad de Lady in the Water (2006). The Happening es su film más simple y lineal, pero no por eso menos inquietante y perturbador. Y, lo más importante, no se deja tentar por un final sorpresa. En el comienzo, el constante uso de travellings, grúas y cortes le da ritmo a la acción y acentúa la inminencia y la incertidumbre de la amenaza. De esta forma, un simple corte de luz o de la señal, la hamaca balanceándose en el árbol o la mujer de extraña hospitalidad pueden ser el origen, la explicación o el anuncio de la amenaza. Pero Shyamalan no es paranoico (es más hindú que americano). Se centra en los pequeños grupos en oposición a las masas. Y, a fin de cuentas, la cuestión es el amor y el choque de la apariencia con la realidad. La resolución puede parecer decepcionante porque no aclara el origen de la amenaza y deja la puerta abierta para una secuela. Pero es el final más coherente de un film fantástico en Hollywood en mucho tiempo. Shyamalan se ha ganado muchos enemigos en los últimos tiempos. Algo debe estar haciendo bien.