Cuento de terror en el que la hija de un empresario fallecido investiga la muerte de su padre con ayuda de su espíritu en Florencia. Si bien se desarrolla más como un teleteatro bizarro y como un simple juego de whodunit, el film transmite algo de la propia situación desesperante de Fulci del momento en que la rodó. La película tiene terrorífica imaginería surreal gracias al constante uso de pesadillas, zombis y niños.