Giallo en el que un médico es el sospechoso de asesinar a su esposa para cobrar su seguro de vida en San Francisco. Más allá del molesto uso del zoom, la construcción visual del film va sin problemas de Antonioni a Cassavetes. Carente de gore y de asesinatos, lo más preocupante del film es la falta de malsania y de malicia de Fulci para narrar una historia de traición y venganza.