Comedia de terror en la que un adolescente se convierte en hombre lobo y años después reingresa a una escuela secundaria en New Jersey. El film está dividido en tres partes. La primera es tan irreverente que no causa gracia. La segunda es la más atractiva porque la vuelta al mismo lugar 20 años después permite ver qué cambia y qué sigue igual en la escuela. Y la tercera es tan delirante que uno ya no sabe qué pensar. El licántropo contrae su enfermedad en un viaje de vacaciones a Rumania con su familia en la década de 1960 (hay un trasfondo de la guerra fría), muerde pero no mata (salvo en una ocasión), desprende sex appeal y es constantemente acosado por las mujeres. La película ni siquiera fue distribuida en los cines de los Estados Unidos y tuvo que conformarse con un pase en la televisión de cable. La prometedora obra de Larry Cohen durante la década de 1970 en el género de terror sufre un primer manchón en la década de 1980. Más allá que sus películas subsiguientes estén repletas de aciertos e ideas originales, a partir de acá, las posibilidades de salir de los límites de la serie B serán prácticamente imposibles.