Drama sobre un aspirante a rapero que trabaja en una fábrica de autos y vive con su familia en una casa rodante en un suburbio de Detroit. Luego de dos éxitos críticos Hanson acepta un vehículo para un nuevo rapero que incursiona en el cine con una historia bastante simple, pero no carente de nervio. El retrato del protagonista solitario, violento, emprendedor y protector de su familia nunca escapa los límites que la industria tiene reservado para Eminem, pero aún así funciona. Lo mejor del film es la ambientación y la fotografía realista de los barrios pobres, las calles oscuras y las fábricas abandonadas de Detroit que la cámara capta con la luz justa. La presencia de Brittany Murphy como el pasajero interés amoroso del protagonista no está de más (destacar la prolongada escena de sexo con un oportuno uso de la saliva y el hecho de no dramatizar la pelea de despedida). En el apartado interpretativo, Eminem no desentona y demuestra que no le teme a la cámara y Kim Basinger está dispuesta a sacrificarse por Hanson. En cuanto a la cultura del hip hop, la competencia con los negros es solamente ilustrativa y el ambiente del bar del principio en el que el protagonista hace su primera actuación tiene algo de inquietante. El film es una mirada atenta a la persecución del éxito que evita caer en la demagogia, pero resalta el ataque al egocentrismo. El torneo ganado en la resolución no es garantía de nada, al día siguiente hay que volver a la fábrica.