Film de episodios que analiza las ocho promesas de los gobiernos mundiales para 2015 en lo referente a la pobreza, la educación, la salud y la economía entre otros temas. El posicionamiento crítico hacia la incapacidad de cumplir con los postulados ni siquiera necesita de la ilustración de los episodios para comprobarlo. Lo que sí es atractivo de analizar es cómo los directores asumen una posición hacia la representación del otro.
Tiya’s Dream (Abderrahmane Sissako): Hay una inocencia en el cine africano que tal vez se haya perdido en el cine del resto del mundo.
The Letter (Gael García Bernal): García Bernal hace un curioso uso de la voz en off de la lectura de la carta (en diferente tiempo y lugar de la historia que narran las imágenes).
SIDA (Gaspar Noé): El único segmento documental Noé lo resuelve con diversos planos de su protagonista (un enfermo de SIDA en Burkina Faso) y su voz en off.
How Can It Be? (Mira Nair): Un mini melodrama facilista y televisivo. Lo único que se agradece es la brevedad.
The Water Diary (Jane Campion): Campion trata de darle cierta elaboración a su episodio, pero el manierismo de su puesta en escena no se puede disimular.
Mansion on the Hill (Gus Van Sant): Van Sant aparentemente no tenía muchas ganas de esforzarse y utiliza imágenes de skate, tal vez como una resaca de Paranoid Park (2007), en San Francisco y cifras alarmantes sobre la mortalidad infantil.
The Story of Panshin Beka (Jan Kounen): El esteticismo vacío de Kounen transforma el nacimiento de un niño en una tribu en Perú en un espectáculo exótico y fantasioso.
Person to Person (Wim Wenders): Por lejos el peor de los episodios. Por el retrato que hace del equipo de un noticiero, por la tontería de las imágenes que salen de las pantallas para dar buenas noticias y por Bono de U2.