Policial en el que un consejero escolar es acusado de violar a una de sus estudiantes en el sur de la Florida. El film se aprovecha de la frivolidad y superficialidad del ambiente para establecer una delirante trama de giros constantes y retorcidas soluciones que parodia los convencionalismos del cine negro. Los personajes parecen salidos de series televisivas como Beverly Hills 90210 (1990-2000), Melrose Place (1992-1999) o Baywatch (1989-2001), pero las escenas de sexo subidas de tono sacan esa sensación. A su vez la película hace un muestrario de las lacras sociales (los profesores violadores, los policías sucios, los abogados chantas, las viudas ricas ávidas de carne fresca, los ricachones preocupados por su status), el único personaje centrado es la policía latina que también se deja corromper. Wild Things establece la acción en la elite de Miami como lugar propicio para conspiraciones, mentiras, perversiones y crímenes tomados de forma tan natural que ponen en consideración los valores de la década de 1990. Los pantanos de la Florida repletos de cocodrilos funcionan como inevitable metáfora. Aprovechando la omisión de algunas escenas clave, la historia da unos violentos cambios de rumbo (al final de la película esas escenas se incluyen en la secuencia de créditos). Las excelentes interpretaciones de todo el reparto se amoldan perfecto al juego de apariencias donde gana el que más aparenta. Cada gesto y expresión tiene una alta cotización. Wild Things es una desinhibida película que deja la moral guardada para otra ocasión.