Drama en el que un viudo americano y una joven francesa comparten un departamento sólo para tener sexo en Paris. El film plantea la irracionalidad y la necesidad del amor a partir de una negación que se convierte en obsesión. La película narra una historia de amor terminal. Muestra la otra cara de lo que sería un romance idílico en Paris, ya sea por el alto contenido sexual (no erótico), por la suciedad y el desorden del departamento o por la escena que da título al film en la que los personajes no son más que dos borrachos desagradables.