Comedia en la que un mendigo y un millonario intercambian posiciones como parte de una apuesta de los dueños de una agencia de corredores de bolsa en Philadelphia. La premisa es atractiva porque los personajes no tratan de ser simpáticos y el humor no recurre a chistes fáciles. Pero esto es Hollywood: las prostitutas tienen buen corazón, los protagonistas se unen y los villanos reciben su castigo. En el medio se pierden todas las posibilidades satíricas y sarcásticas a los yuppies de la década de 1980.