Cuento de terror y ciencia ficción en el que un grupo de científicos americanos se enfrenta a un monstruo extraterrestre en la Antártida. Carpenter por fin mira de frente al horror. No intenta jugar con el suspense. Compone una oda poética a lo monstruoso que bordea el surrealismo. El monstruo asimila al ser que mata, tiene un aspecto indescriptible, pero nunca lo vemos matar. El film se sostiene en la desconfianza de los personajes y en la incapacidad para ponerse de acuerdo. En la resolución, por un lado ofrece la explosión y el clímax previsible, pero por el otro deja la puerta abierta a la destrucción de la humanidad.