Cuento de terror en el que un antropólogo americano investiga un polvo que supuestamente tiene la capacidad de revivir a los muertos en Haití. El film mantiene una postura ambigua hacia lo sobrenatural. Da una visión seria sobre el espiritismo y el concepto de alma. Los muertos vivos vagan inconscientes y son presentados sin artificios. El terror reside en la mente del protagonista. Hay una excelente visualización de las pesadillas, las alucinaciones y las premoniciones que sufre. Craven conduce la historia con cierta economía de recursos. Incluso el retrato social e histórico que hace de Haití se adapta al tema del film trazando un paralelismo entre la liberación de un alma y la liberación de un país.