Thriller en el que cuatro marginales aceptan un trabajo suicida, transportar un camión con nitroglicerina, en una selva de Sudamérica. Friedkin lleva a niveles dantescos la travesía de sus personajes, pero en el camino se olvida del suspenso y la simpleza del original de Clouzot. Aún así la fuerza de las imágenes, del montaje y de la música transforman al film en una experiencia única en el cine americano de la década de 1970.