Drama en el que un periodista hace una promesa de sacrificio ante el inicio de la tercera guerra mundial en una casa de campo en Suecia. Si bien al principio el film se vuelve un poco monótono por los diálogos que giran sobre la falta de sentido del mundo (y la extraña planificación de las conversaciones en la casa con planos muy abiertos que tiende a distraer), el conflicto no tarda en aparecer. El estallido de la guerra nuclear se percibe en unos pequeños temblores que adquieren terroríficas resonancias. La fotografía se vuelve más oscura y apocalíptica. En este contexto aparece lo sobrenatural sin problemas (la levitación de los cuerpos fundidos). La arrebatadora resolución es a la vez desgarradora y esperanzadora.