Comedia dramática musical sobre las desventuras sentimentales de seis personajes que buscan departamento en Paris. Alain Resnais demuestra, a los 75 años de edad, que está más vivo y lúcido que nunca para observar y experimentar con sus criaturas. A partir de una fragilidad narrativa que da fluidez al relato, una estilización visual que sigue la idea del artificio, un genial uso de las canciones que los actores recitan en playback y una gran utilización del sonido que dimensiona las escenas se mimetiza por completo con sus personajes. Así, el juego de las máscaras, la representación y la actuación deja lugar a las debilidades, las contradicciones y las angustias siempre a punto de estallar. Esta vez el laboratorio de las relaciones humanas de Resnais da lugar a una maniática del control que nadie soporta, su esposo sometido que guarda un secreto, un hombre que no para de mentir, una estudiante de historia que se altera, un dueño de una inmobiliaria mujeriego y su amigo que se convierte a su pesar en confidente, en una especie de gran teatro de la vida. Con el paso de los años el cine de Resnais conserva la experimentación, menos evidente pero más radical.