Drama criminal en el que un policía se casa con una mujer inestable y se convierten en ladrones de bancos en Illinois. Inspirado en un caso real. El film se sostiene en las interpretaciones de Luke Perry (sic) y Ashley Judd. La dirección de McNaughton recupera la crudeza y la tensión en estado puro de Henry: Portrait of a Serial Killer (1986). El guión acumula todos los tópicos de las relaciones autodestructivas de forma tan atropellada como previsible (alcoholismo, drogadicción, desempleo). El film tiene numerosas escenas de sexo y desnudos. El clímax enfermizo es propicio para la irrupción de la violencia.