Comedia dramática en la que una mujer recién casada va a pasar su luna de miel a Roma y quiere conocer a su actor favorito de una fotonovela. Fellini, en su primer film en solitario, ya ensaya una dualidad entre la realidad y la ficción. El montaje paralelo de las visitas a los familiares y de la sesión de fotos de la novela convierte a las dos situaciones en pesadillescas.