Psycho thriller en el que un carnicero asesino serial traba amistad con un maestra en un pequeño pueblo francés. Claude Chabrol apuesta por el realismo y las buenas actuaciones. Todo lo contrario que los giallos italianos. Como buen precursor de la nouvelle vague hace un extraordinario trabajo de cámara en un larguísimo plano secuencia de una charla caminando. La resolución encuentra un momento de suspenso máximo, seguido de otra extraordinario secuencia en el auto que expresa el camino hacia la muerte.