Comedia de acción fantástica en el que un chico de New York es trasladado a la última película de su héroe de acción favorito en Los Angeles. El film tiene buenas ideas y unas impresionantes secuencias de acción, pero termina siendo un espectáculo ruidoso y excesivo en el que desfilan sin cesar Houdini, Shakespeare, Schwarzenegger, Metallica, Mozart y la Muerte de Bergman. Lo mejor termina siendo el contraste entre la ficción (sol, mujeres hermosas, violencia estilizada) y la realidad (lluvia, vagabundos, prostitutas, violencia cruda) cuando el protagonista vuelve a su mundo.