Policial en el que un agente está a la caza de una banda de ladrones de bancos en Los Angeles. La película fue pensada como piloto para una serie de televisión. Al no prosperar la idea, Mann utilizó la misma historia para hacer Heat (1995). Lo cierto es que este telefilm se vale por sí mismo y puede verse como un digno boceto sin tanto presupuesto y tantas estrellas en el reparto. El enfrentamiento de los dos protagonista los iguala en cuanto a sus contradicciones y crea un marco de ambigüedad moral dentro de un ambiente siempre corrupto. Las estilísticas secuencias de acción aportan un condimento extra.