Drama criminal en el que un empresario de Michigan viaja a Los Angeles en busca de su hija metida en la pornografía. Todo el peso del film recae sobre los enormes hombros de George C. Scott. Su rostro es capaz de absorber toda la virulencia y perversión de las imágenes. El enfoque de Schrader busca apoyo en lo religioso y en lo material. Hace una descripción minuciosa del submundo del sexo por dinero, pero al final reduce el conflicto a la relación primaria.