Drama criminal en el que una mujer es secuestrada por su esposo, pero todo sale mal en un pueblo de North Dakota. El film se sostiene en la consistencia dramática del retrato de un hombre atrapado en sus inseguridades, en la aparición de un humor muy negro por la ineptitud de tanto los secuestradores como de la secuestrada y en una violencia tan seca como shoqueante en las numerosas muertes. La investigación policial es casi auto paródicas. Pero no descuida la cotidianidad de ciertas situaciones: la mujer policía está embarazada, vive con su apacible esposo y, en el medio de la trama, se encuentra con un viejo amigo que está enamorada de ella. La ambientación aprovecha el blanco eterno de la nieve.