Thriller en el que un ex convicto acosa a un abogado y su familia en un pueblo del sur de los Estados Unidos. Resulta un atractivo ejercicio comparar este film con el remake de Martin Scorsese en la década de 1990 en cuanto al cambio de valores (la hija mucho más protegida) y a cómo lo explícito no garantiza lo inquietante. Lo mejor es la caracterización de Robert Mitchum y el largo clímax en el Cabo de Miedo, menos brutal y esperpéntico, pero más conciso y coherente que el remake.