Cuento de misterio en el que un joven se obsesiona con el caso de una cantante a la que no le dejan ver a su hijo en un pequeño pueblo de North Carolina. La película es una especie de film noir con ribetes weird que poco a poco se convierte en una experiencia absorbente y perturbadora. La lucha del bien y el mal, el combate de la luz y las tinieblas se ven superados por una sensación de extrañeza que va más allá de esos polos. La obsesión del protagonista no es una excusa para conducir el thriller, sino otro misterio que se suma al que investiga. La carga morbosa del film se sostiene en la inusual forma de presentar la violencia. El horror queda personificado en el personaje de Dennis Hopper (golpeador y violador de mujeres), pero se respira en la tranquilidad de un pequeño pueblo en el que las cortinas se mueven con el viento y los pasillos parecen estar vacíos.