Drama en el que una mujer alquila una casa de vacaciones en Thionville mientras su esposo está con su amante. Duras continúa la experimentación con la imagen (los planos se apoderan del espacio de la narración) y el sonido (la misma música de fondo a lo largo de todo el film). Al devolverle la voz a los actores y al cuerpo sus posturas, la historia se construye con mayor fluidez sin perder el tono mental.