Comedia de terror en el que el ataque de un oso peluche asesino deriva en una invasión extraterrestre en Buenos Aires. El film es un exponente del nuevo cine bizarro argentino. El efectismo es la norma de estilo. Tanto se diferencia de los primeros films de Sam Raimi o Peter Jackson que da la impresión que teme o niega la rareza. Dentro del compendio de ideas o gags hay algunos afortunados como la aparición del chivo, y otros no tanto como la innecesaria parodia a Star Wars. En las cinco muertes hay ideas gore atrevidas como la hoja de afeitar que corta la planta del pie o el peluche que vomita ante las tripas. Aun así, es un film mucho más rebelde e inconformista que la mayoría de los exponentes del mal llamado nuevo cine argentino.