Comedia dramática en la que un director de cine con problemas personales y laborales trata de hacer un nuevo film en Roma. En la película aparecen los sueños, las fantasías y los recuerdos de la niñez de Fellini. La mayoría incluye a las mujeres, aunque también hay lugar para el cine, la política y la religión. El juego autorreferencial se da con una naturalidad y una agudeza sencillamente increíbles. El film nunca pierde su consistencia dramática. En la resolución se quiebra la barrera y ya es imposible distinguir la realidad de la ficción.