Mezcla de comedia musical y cuento de misterio en el que ocho mujeres son sospechosas del asesinato de un hombre en una casa de campo en Francia en la década de 1950. Ozon reúne a un glamuroso reparto de actrices francesas que llevan a la caricatura sus habituales personajes. Los ocho números musicales se corresponden con los ocho personajes femeninos: la hija menor (Ludivine Sagnier), la hermana de la esposa (Fanny Ardant), la hermana solterona (Isabelle Huppert), la hija mayor embarazada (Virginie Ledoyen), la sirvienta negra (Firmine Richard), la mucama sexy (Emmanuelle Béart), la esposa (Catherine Deneuve) y la suegra (Danielle Darrieux). Sin coreografías muy elaboradas, las escenas musicales no se vuelven redundantes. Detrás de las normales apariencias se esconden todo tipo de perversiones, infidelidades y relaciones incestuosas. Pero el film no se toma muy en serio. Ni como comedia (el humor es más bien esporádico), ni como musical (los números están resueltos con sencillez), ni como whodunit (no importa demasiado la identidad del asesino al igual que Gosford Park (2001)). La resolución puede parecer decepcionante. Sin embargo hay un bellísimo último plano que reúne a todas las protagonistas.
