Drama en el que un grupo de chicos de un barrio privado a las afueras de Buenos Aires pasan una semana sin sus padres. Más allá de la delicadeza de la puesta en escena, del gran aporte de los niños en la actuación y de la sensación de fragilidad de las reglas impuestas, el film es demasiado tímido para ir al núcleo de la cuestión. Porque para contar una historia de amor incipiente entre primos, para mostrar los prejuicios sociales contra el hermano de una de las criadas o para la travesura final en casas ajenas no era necesario irse a un barrio privado.