The Hi-Lo Country (1998)

Western contemporáneo en el que dos amigos se disputan el amor de la misma mujer en New Mexico después de la segunda guerra mundial. Frears hace un elegante y sobrio paseo por un oeste en el que ciertos valores ya estaban muriendo. De ahí el tono algo desangelado del film y una resolución trágica en todo sentido que poco van con el público actual. Pero el principal problema de la película es el dibujo de los personajes. Billy Crudup está demasiado contento. Con Woody Harrelson es imposible sentir empatía. Y Patricia Arquette es demasiado buena para el papel de femme fatale. Sin duda algo se perdió en la adaptación de la novela de Max Evans. Igualmente hay que destacar el hecho de que los amigos nunca hablan entre ellos de su relación con ella. De manera tal que el silencio sólo puede desembocar en la violencia sexual. El guión agrega el viejo conflicto de la cría de ganado. Pero sólo sirve de contrapunto de una historia de amor desapasionada. La película sólo engrosa la carrera sólida pero dilatada de Frears, que rehúsa a encontrar su voz propia.