Kiss the Girls (1997)

Policial en el que un detective investiga los crímenes de un asesino que secuestra y tortura mujeres hermosas en North Carolina a partir de la colaboración de una víctima que pudo escapar. Adaptación de la novela de James Patterson. El film “comienza” después de una hora de duración (y no lo hace de la forma más feliz): luego de las interminables presentaciones del detective inteligente y la mujer fuerte (para dejar en claro quiénes son los personajes), del secuestro y del escape, se inventa una pista salida de la nada (internet) que lleva al supuesto asesino. De allí todos los giros son tan inverosímiles como intrascendentes. La película nunca trata de hacer un retrato de la locura, de jugar con la identidad del asesino o de profundizar en su misoginia. No tiene nada que ofrecer salvo “emociones fuertes” para quienes no frecuentan los films de asesinos seriales. Pero ni siquiera las secuencias de asesinato se lucen porque están resueltas en off visual. Sólo les arranca los cabellos y las deja atadas a un árbol. Las similitudes con Se7en (1995), por la presencia de Morgan Freeman y los estilismos visuales, quedan abortadas por la incapacidad de Gary Fleder en la dirección, que confunde acción con precipitar el montaje y con mover la cámara sin sentido. Sólo el voraz hambre por films de asesinos seriales puede justificar el modesto éxito de taquilla que la película tuvo en Estados Unidos en el momento de su estreno.