Dead Ringers (1988)

Melodrama de horror en el que dos gemelos ginecólogos se ven atraídos por la misma mujer y la adicción a las drogas en Toronto. David Cronenberg logra su obra maestra trasladando la amenaza a un puro estado mental. En el film están todas sus obsesiones: el sexo, la paranoia, la locura, el amor, las drogas y lo reprimido. Sin abandonar del todo ciertos motivos del cine de terror (como el ambiente claustrofóbico, un par de pesadillas estremecedoras, las operaciones y herramientas de quirófano insoportables) logra un relato perfectamente racional, pero al mismo tiempo indudablemente fantástico sobre la posibilidad de convertirse en otra persona a través del amor y la muerte.